Los Viajes de Lorenzo Soler por tierras de Soria

El 8 de noviembre se nos fue Lorenzo Soler.

Un hombre de la Cultura que quiso recalar en Calatañazor junto a su compañera Anna Turbau, de dónde se hizo vecino y miembro activo de esta pequeña comunidad, de la que era y se sentía parte.

Le conocimos en el año 2002, cuando Lorenzo era Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Calatañazor y preparaba la Batalla de Almanzor, bueno en realidad era la conmemoración de esa batalla que había tenido lugar 1.000 años antes. La vista del Valle de la Sangre desde el Castillo de Calatañazor, que ha seducido a muchos viajeros a lo largo de los años, atrapó también a Lorenzo que encontró aquí su refugio personal y también cinematográfico, literario, pictórico, porque se manejaba en diferentes disciplinas artísticas. Ese año proyectamos en la pared del frontón de Calatañazor una de sus películas “Saïd” y, también, “Campanadas a medianoche” de Orson Welles.

A Calatañazor le hizo uno de los mejores regalos que uno querría para su pueblo, en forma de película documental, que era el medio en el que mejor se expresaba. “Por quién doblan las campanas en Calatañazor” es un homenaje al cine, pero sobre todo a una época y a un puñado personas anónimas de Calatañazor que vivieron con asombro y, también, con algo de escepticismo, la llegada de una superproducción cinematográfica norteamericana a esta pequeña localidad castellana a mediados del siglo XX. Para valorar el impacto que supuso el rodaje de la película de Orson Welles allá por 1964 basta recordar uno de los testimonios que se recoge en el documental, en el que una vecina, que participó de figurante, manifiesta que cuando montaron el travelling para desplazar la camara y filmar una de las escenas algunos pensaban que iba a llegar el ferrocarril a Calatañazor.

A partir de 2002 mantuvimos un contacto continuado que terminó desembocando en varios proyectos en los que pudimos disfrutar de su cariño a esta tierra y de su creatividad. Con alguno de esos trabajos audiovisuales de Lorenzo hemos ido de viaje por nuestra provincia acompañando a aquellos, seguramente unos pocos locos, que decidieron venir a vivir al medio rural cuando ya casi todos se habían ido y cuando casi nadie hacía ese camino, en un viaje de vuelta llamado “El viaje inverso”, allá por 2005, y luego en 2011 hicimos otro viaje, un viaje imaginario, el que nos ofrece la literatura a domicilio de los bibliobuses que recorren los pequeños pueblos de la provincia en “El viaje de los libros”. Dos auténticos regalos en forma de película documental que desde aquí animamos a revisitar porque tienen plena vigencia en un momento en el que la despoblación ocupa un espacio en el debate público y, también, en el político que no tenía en el momento en el que se filmaron.

En paralelo grabó varios documentales, en realidad muchos porque no paraba de trabajar en sus estancias en Calatañazor, con temáticas diversas, siempre mostrando la provincia y sus pueblos con una mirada crítica pero cómplice, acompañado de su cámara, que sabía esconder como nadie para que la conversación fluyera de manera natural, casi cotidiana.

Desde aquí nuestro recuerdo a Lorenzo y nuestro cariño a su familia y amigos. Perdemos a un referente cultural que era aún mejor persona. Se ha ido uno de los nuestros.