La autentica columna vertebral en este vasto territorio es el río Duero que lo atraviesa por el centro en dirección Este-Oeste. A lo largo de este accidente geográfico se han articulado las principales vías de comunicación en el devenir histórico, primero las vías romanas, luego las cañadas reales, después la vía férrea Valladolid-Ariza, ya cerrada, y actualmente la carretera nacional N-122 verdadero eje de comunicaciones intra y extracomarcales.
La zona se caracteriza por la calidad y variedad de sus paisajes, derivada de su emplazamiento como zona de transición entre los sistemas Ibérico y Central.
La vegetación autóctona y los diferentes usos del suelo han creado su amplio abanico de escenarios que van desde los bosques más o menos densos de frondosas y coníferas (encinas, robles, sabinas, pinos, etc) a los cultivos de secano extensivo, pasando por los nuevos regadíos dedicados a la hortofruticultura, la vid, y los eriales y pastizales cuya huella se extiende por amplias áreas de vocación eminentemente ganadera.
Todos estos factores hacen que el territorio este dotado de las siguientes fortalezas:
Las principales oportunidades que ofrece este territorio son:
Infraestructuras para emprender
Comercio y servicios para vivir